SARATOGA EN BOGOTÁ: UNA NOCHE DE METAL, UNIÓN Y NUEVO COMIENZO

El domingo 19 de octubre de 2025, el Capital Music fue escenario de una de esas noches que confirman por qué el metal sigue vivo. Desde temprano, el lugar se fue llenando de seguidores que llevaban años esperando volver a ver a Saratoga. Camisetas, banderas y voces afinando coros fueron el preludio de lo que sería un concierto intenso, directo y profundamente emotivo.

La apertura estuvo a cargo de Counterline, banda bogotana que demostró profesionalismo y nivel. Con un sonido limpio y una presentación sólida, dejaron claro que el talento local puede estar a la altura de cualquier escenario internacional.

A las nueve en punto, se apagaron las luces y comenzó la introducción. Saratoga apareció frente a un público que rugía con fuerza, y sin dar respiro abrieron con “A Morir”, dando inicio a un show que marcó el regreso de la banda a Colombia y el anuncio de una nueva etapa: un nuevo disco que está por venir, todavía sin nombre, pero que ya promete mantener vivo su legado.

Desde el primer tema, Tete Novoa se adueñó del escenario con una energía inagotable. Su voz, precisa y potente, se mezcló con la entrega de los asistentes que no dejaron de cantar. Durante el concierto, Tete bajó varias veces del escenario, se acercó a la gente, estrechó manos, abrazó fanáticos y en un momento fue alzado por el público, que lo recibió como uno de los suyos.

Con la bandera de Colombia ondeando sobre su cabeza, levantó el puño y gritó libertad. Fue uno de los momentos más simbólicos de la noche: un gesto de unión entre la banda y un público que los ha acompañado por décadas.

El setlist recorrió distintos momentos de su historia: “Mi Ciudad”, “El Vuelo del Halcón”, “Maldito Corazón”, “Resurrección”, “Vientos de Guerra” y la infaltable “Perro Traidor” que cerró la presentación entre saltos, gritos y confeti. También hubo espacio para la emoción con “Lejos de Ti”, cuando el recinto se iluminó con cientos de luces de celular que acompañaron cada verso.

La banda sonó precisa y poderosa. Niko del Hierro impuso su marca con un bajo inconfundible, y Arnau, nuevo en la batería, respondió con técnica y energía, consolidando un sonido sólido que no dejó fisuras.

Más que un recital, fue un encuentro entre generaciones: padres e hijos cantando juntos, amigos abrazados, y una banda que, lejos de repetirse, mostró que sigue evolucionando sin perder su esencia.

Al final, Tete agradeció con sinceridad:

“Colombia siempre nos recibe con el corazón. ¡Sois parte de nuestra historia!”

Y así fue.

Porque esa noche no se trató solo de escuchar música, sino de recordar por qué el metal une, libera y permanece. Saratoga no vino a repasar su pasado, vino a encender el futuro.

Bogotá respondió con el alma.

SARATOGA EN BOGOTÁ: UNA NOCHE DE METAL, UNIÓN Y NUEVO COMIENZO

2025-10-22 %2C%20 ">